Me ha parecido adecuado elegir esta frase del genio de Einstein para el título de esta entrada con tal de homenajear a otro genio de la historia, como es John Lennon. Posiblemente el músico más influyente del siglo XX y junto a Mozart el mejor compositor que hayamos tenido.
El pasado 9 de Octubre Lennon hubiera cumplido 70 años y el próximo 8 de Diciembre se cumplirán 30 de su asesinato a manos de David Chapman, y ahora que estamos entre medio de las dos efemérides, veo adecuado escribir sobre su figura.
Pero mi intención en esta entrada no es la de centrarme en su biografía ni en su legado y ni siquiera en su música. Quisiera escribir sobre otro aspecto que queda muy desconocido en estos tiempos y que seguramente alimenta su heroicidad más de lo que ya la lleva.
Sobre la figura del mítico artista, la historia ha rehecho su biografía, se han quitado cosas de aquí y de allá, hemos amoldado un tópico: un músico que cantaba a la paz y al amor, con un discurso simplón casi ingenuo, cómodo para el sistema, asimilable para todos aquéllos que en estos días recuerdan que fueron seguidores de él.
El aspecto al que hago referencia, hemos de buscarlo en una entrevista de principios de los 70, concedida por John y su mujer Yoko Ono, a los periodistas Tariq Ali y Robert Blackgrunt en la cadena BBC. En esta entrevista el matrimonio Lennon-Ono, se expresaban tal y como pensaban, una entrevista que por supuesto hoy nadie quiere recordar.
Ambos dicen cosas que no encajan en el tópico que hemos creado de ellos. Lennon habla de una forma de la que nadie quiere acordarse. El músico habla de la lucha de clases, a quien le entristecía que algunos confundieran el triunfo de unas ideas con llevar solamente el pelo largo, mientras decían ambos que son los mismos que dirigen absolutamente todo. Un Lennon que hablaba del fin de los Beatles y de su camino en solitario, para poder disfrutar de menor éxito gracias a tener mayor libertad.
Decía textualmente Lennon: "Se mantuvo en el grupo la táctica de no responder a preguntas delicadas, me sentía avergonzado por no decir nada, estallé porque no podía seguir el juego y no había que hacer sólo lo que esperan de ti. Hay dos tipos de personas en el mundo: las que tienen confianza, porque saben que tienen la capacidad de crear; y las personas que han sido desmoralizadas, que no tienen confianza en sí mismas porque les han dicho que no tienen capacidad creativa sino que deben cumplir órdenes. Las instituciones dominantes quieren tener gente que no tomen responsabilidades".
Hoy Lennon, descubriría que aquellos de los muchos que hoy hablando desde la fama y el poder presumen de tenerlo como un icono, en realidad piensan como aquéllos que desde las instituciones de entonces lo perseguían y lo vigilaban. Han creado un mito a medida, un mito cómodo pero que no responde a la realidad de quien realmente fue.
Lennon fue y es aún más grande de lo que hoy dicen de él.
